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miércoles, 28 de abril de 2010

Con ojos de ciervo


Con ojos nuevos, boca abierta. Con ojos nuevos, mirada bonita, arriba arriba, imponentes, los rascacielos, abajo abajo las hormigas con sus coches y sus risas y sus razas y sus cosas. Con ojos nuevos, soy toda asombro. Con ojos nuevos las luces, las sombras, lo alto por ser alto, lo bajo por ser bajo, lo estridente por estridente, lo clásico por clásico, con ojos nuevos lo verde y el asfalto, las flores y los semáforos. Con ojos nuevos me lo bebo todo sin pestañear, con la carne de gallina y cosquillas en el páncreas. Y riego gota a gota mi alma en cultivo hidropónico. Y soy ciervo de ojos negros relucientes redondos como lunas nuevas y como botones y como escarabajos.
Los ojos nuevos son efímeros, lo sé, y por eso bebo rápido, y los abro más y más y más hasta tragarme el universo de un pestañeo. Por si mañana son ojos acostumbrados. Por si mañana ya no soy ciervo curioso, por si mañana me despierto y soy tortuga, tan de vuelta de todo, tan suya, tan lejos.



3 comentarios:

Conchita dijo...

Esto no viene mucho a cuento pero lo he visto en el periodico y me ha gustado, es de una ta Monica Fernandez-Aceytuno:

Como monedas sin peso, caen sobre los parabrisas de los coches aparcados a su sombra, esas semillas de los olmos que son como pétalos. Lo que daría una moneda verdadera por tener un segundo la incierta vida de estas semillas.

pepime dijo...

¡es precioso!

GM dijo...

Buau! Que experiencia más guay!