“Paco Pérez,
Investigador Privado”, reza una placa en la puerta de su despacho.
– Yo vengo pa que me espíe a mi marío, que pa mí que me la está pegando con otra.
Y Paco se pone
su bata.
– ¿No debería
salir con gabardina?
– No señora, que
yo soy de bata.
– Ah bueno.
Y Paco se pone
sus gafas.
– ¿No debería
salir con lupa?
– No señora, que
sólo soy miope.
– Ah bueno.
Y al cabo de un
mes la señora recibe un email.
“Remitente: Paco
Pérez, Investigador Privado.”
“Asunto: La infidelidad conyugal. Caso de estudio: El
Manolo.”
“Estimada Señora
María, adjunto le envío el fruto de mi investigación. Espero que sea de su
agrado”. Y un archivo muy grande adjunto. – Ay madre, serán las fotos de mi Manolo
con la otra – Pues no. Es un pdf, y
gordo. La Mari empieza a leer:
“1. Abstract:” Y un parráfo que la Mari no
entiende – Abstracto sí que lo veo, sí.
“2. Introducción:
La sospecha de infidelidad conyugal es uno de los motivos de preocupación más
frecuentes en amas de casa…” La Mari asiente.
“3. Material y
métodos: Se procedió a la observación sistemática del sujeto durante un periodo
de…” – Uy, menudo tostón – La Mari bosteza.
“4. Resultados: El
Análisis de la Varianza concluye con la aceptación de la hipótesis nula...” –
Ya empezamos con insultos – La Mari pasa dos páginas mientras aliña la
ensalada.
“5. Discusión: Nuestra
principal conclusión es que Manolo juega al mus cada tarde a escondidas de la
Mari…” – Será, será…tonto este Manolo – La Mari suspira aliviada.
“6. Agradecimientos:
Al CSIC, que me pagó un doctorado en biología molecular. Al Ministerio de
Ciencia por mi primer postdoctorado en Princeton. A la fundación Fullbright por
mi segundo postdoc en Columbia. A las becas Marie Curie por mi tercer postdoc
en Alemania. Y a la Mari y el Manolo por mi primer trabajo de investigador en
España.”