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viernes, 5 de marzo de 2010
Una bellota y un botón
Hoy soy toda cajas. Cajas llenas de mantas calentitas que me abrigaron ayer: cartas, amigos, recuerdos, lloros, risas, un collar roto, la receta de un pastel, una bellota y un botón. Nacho, sensato, dice que tire las cosas inútiles, pero a escondidas me quedo con mi bellota y mi botón (y con todo lo demás). Es inútil sí, y sólo los miro de mudanza en mudanza pero...¿te acuerdas cuando bellota? ¡qué risas cuando botón! Espero sentar cabeza un día de estos, antes de llegar a ser una viejita con la casa hasta los topes de basurilla. Ese día, el día de mi sentada de cabeza, meteré todas mis cosas inútiles en una bolsa grande grande. Luego meteré un pie dentro de la bolsa, meteré el otro, y cerraré con mucho cuidado para no poder escaparme. Rodaré hasta el contenedor gris y me aposentaré a esperar: Irreciclable, pondrá un cartel en mi coronilla.
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2 comentarios:
ok, me has convencido, voy a guardar la pelusilla de debajo el sofa en cajas :D
tres mudanzas equivalen a un incendio... o era al revés? calla, que igual me lo dijsite tú... :p
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