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miércoles, 29 de noviembre de 2017

Lluvia

Anoche volvió. Sutil al principio. Ligera, como pluma, sobre los niños, los perros, los toboganes. Más tarde, bajo el abrigo de la noche, se desató, entregada, exuberante. Volvió y lo empapó todo. La lluvia. ¡La Lluvia! Por fin.
Hoy, botas de agua, olor a tierra y sol flojito.
A veces aún no es tarde: se esponja la jara, se yergue el romero. Sí lo es- claman las aceitunas, el trigo y los girasoles desde el limbo de lo que no fue.
Los niños juegan. Los campesinos suspiran. La lluvia, que no sabe de razones, cae, solo cae.



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