blog

blog

martes, 4 de octubre de 2016

MIGRACIÓN


He visto cigüeñas. 
No, cigüeñas no. Lo que yo he visto son CIGÜEÑAS. 
No, tampoco es eso. 
¿Cómo explicarlo con esa diéresis raquítica?
Veréis, lo que quería decir es que yo...














Pues eso. Cientos. Volando. Un poco blancas, un poco negras. Rondando el estrecho de Gibraltar. Sin atreverse a cruzar. Amagando, pero no. Esperando la señal, o los vientos, o la inspiración, o una invitación del continente hermano. Bailando con las corrientes de aire. Hermosas. O hermosa, porque eran muchas pero eran una. Porque eran una danza y un ciclón. Una fiesta de despedida: de España, del otoño. Un desafío a lo estático. Un alegato contra toda frontera. ¡Hasta la vista, amigas! 


2 comentarios:

J.Luis dijo...

¡Buah..., ha vuelto la bestia! Y no me refiero a la cigü¨¨¨¨eña. Me han entrado unas ganas locas de pintar dièresis por toda la biblioteca.

Igual debería esperar a llegar a casa.

pepime dijo...

Píntalas de vuelta a casa y así siempre podrás volver a encontrar el camino, como hansel y gretel.
salvo que...
claro...
no vaya a ser que...
se las coman los gorriones!

josé luis, qué alegría más grande verte aquí escribidito.